Lo vemos ahora con más detalle. Se trata de coníferas bien altas, de en torno a 30 metros, si bien pueden llegar en California hasta los 50. Es una conífera singular, del género "calocedrus", de hecho es, practicamente, la única representante de ese género. Su porte es cónico, no muy denso, esbelto; la anchura de su copa varía entre 2 y 4 metros
Tenemos aquí otro clásico libocedro, algo más joven que el anterior. Está plantado en la parte alta del Turó Park.
Su porte cónico y columnar es muy persistente y no se deforma hasta su vejez
El Ayuntamiento de Barcelona tiene controlados unos 51 libocedros. Muchos de ellos se encuentran en el parque de la Guinegüeta. Aquí abajo vemos un grupo de cuatro de ellos ubicados en ese parque:
La madera de estos árboles es ligera, suave, blanda, de color marrón claro. Se utiliza en marquetería; también es estimada por los escultores: se trabaja bien, sin astillarse.
Otro de los usos más habituales es la jardinería: es un árbol esbelto, de gran belleza y notable resistencia a la sequía. Y, en efecto, es un agradable compañero para los jubilados y otras personas que frecuentan los parques. Aquí vemos, por ejemplo, a dos señoras de edad bajo uno de esos libocedros de La Guinegüeta. Su peculiar apelativo "de incienso" obedece a que su corteza, quemada, produce un olor como el del incienso
Los troncos son rectos, recios, conservan sus ramas bajas. Su corteza es fibrosa, primero lisa, luego se van formando fisuras y exfoliándose en largas tiras en la parte baja del tronco en los ejemplares más viejos. Corteza de color pardo, casi rojizo que luego se torna grisáceo. Abajo podemos ver bien esas largas tiras...
El follaje es persistente. Está formado por hojas "escuamiformes" situadas sobre ramillas que se mantienen en un plano, es decir, se presentan como racimos de hojas en forma de abanico. Lo vemos en las siguientes fotografías:
Esas hojas miden entre 3 y 13 milímetros. Estas son las hojas del árbol de junto a la Diagonal.
Son hojas de color verde oscuro, casi brillantes, tanto por el haz como por el envés. Se trata de hojas muy aromáticas. Si se frotan despiden un notable olor a resina Estas de la izquierda son de uno de los árboles del parque citado.
Vemos más de cerca esos conos masculinos:
El árbol es monoico: los estróbilos femeninos se sitúan sobre el mismo ejemplar, en ramillas distintas. De un color verde intenso al principio, estos conos se vuelven pardos en la madurez (alrededor de un año), liberando 4 (o menos) semillas aladas
Es curiosa su fructificación con aspecto de almendra, verde al principio y luego lignificada, que se abre dejando al descubierto sus semillas aladas. Aquí tenemos varios conos femeninos en distintas fases de maduración:
Ahora sí: incluimos uno de esos frutos ya maduro, abierto para que salgan las semillas al exterior; pero éstas aún no están liberadas:
Pues bien, en Agosto de 2016, en Pedralbes, encontramos en uno de los libocedros de la zona un notable conjunto de conos femeninos jóvenes. Los incorporamos al blog tras mostrarlos a nuestros seguidores como "adquisiciones de 2016"
Vemos más de cerca algunos de esos estróbilos femeninos jóvenes:
Pues bien, tras las incorporaciones del verano de 2016, continuamos con el blog...
Comprobamos de nuevo cómo la corteza es muy fisurada.
Es el tronco de otro de nuestros libocedros.
Es el tronco de otro de nuestros libocedros.
Otro grupo de cedros del incienso del parque de la Guinegüeta:
Por último, una distinta perspectiva de nuestro primer libocedro: enmarcado en un conocido edificio de oficinas de la Diagonal Son árboles que llegan a ser muy altos. Al parecer, el ejemplar más grande que se ha localizado llega a 69 metros de altura.
A pesar de su nombre, el árbol tiene sólo un lejano parentesco con los cedros pues es un miembro de la familia de los cipreses. Lo único que tienen en común es pertenecer al mismo orden botánico.
Muchas gracias.
ResponderEliminarDe nada, Trimbolera. Gracias a tí.
ResponderEliminarPedro
He estado en ese parque, los Jardines Vicens Vives que tiene unas esculturas de ciervos preciosas aunque lamentablemente mutiladas por actos vandálicos. Me fijé en ese árbol y creía que era un cedro. Ahora, gracias a tí, salgo de mi error y conozco tanto su nombre como todos los datos que aportas.
ResponderEliminarUn abrazo.