El que hemos visto es un árbol muy respetable, de 1893, situado en un vallecillo de la sierra de Collserola, en la zona del "Font del Racó". Vemos ahora otra perspectiva de ese roble:
Y aquí abajo,una visión otoñal:
Estos robles son muy eficaces para contrarrestar la erosión del terreno. Tienden a una ocupación poco densa de su ámbito; y favorecen, así, el crecimiento y desarrollo de ricos sotobosques
Aquí, vemos más de cerca la fuerte base de ese tronco. Con su corteza gris oscura, casi negra; muy resquebrajada:
Sus hojas son simples, alternas, coriáceas, oblongas o elípticas. Con lóbulos regulares, triangulares, agudos, no obtusos como en el "humilis", ni punzantes como en el "faginea". Son lóbulos "mucronados", es decir: terminados en una punta corta rígida, a manera de una espinita.
El haz es verde, lustroso, gabro (es decir, sin pelos). El envés, verde menos brillante; pubescente ó tomentoso (es decir, velloso, con pelos). Son hojas relativamente grandes de 7 ó más centímetros de longitud; aproximadamente como las hojas del "pubescens" ó "humilis"
Las anteriores hojas y las bellotas que siguen pertenecen a otro "cerrioides" que está plantado en uno de los jardines de Montjuich.
Son árboles de porte mediano que llega a alcanzar de 15 a 20 metros de altura, cuando más. De hecho y a diferencia de los grandes robles atlánticos (Quercus "robur" y "petraea"), presenta generalmente individuos de altura moderada. Éste está situado en Can Mercader, en Cornellá:
Otra perspectiva del mismo roble:
Y, por último, el tronco del citado árbol de Montjuich