Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

sábado, 21 de enero de 2017

Rosa de Siria. Altea (Hibiscus syriacus)

La Rosa de Siria o Altea, cuyo nombre científico es "Hibiscus syriacus", es una planta ornamental muy conocida en todo el mundo. Procede de China y Taiwan; pero ha sido más cultivada aún en Corea.  Su gran atractivo son sus flores. Se trata de un árbol pequeño: 3 ó 4 metros como máximo, con grandes flores...:


Son árboles caducifolios que poseen, además, una peculiar característica: esas preciosas flores tienen una vida muy corta: en torno a un día. Pero, cada día aparecen nuevas flores, con lo cual en el periodo de floración, entre Verano y Otoño, las alteas resultan siempre floridas



Los estambres de estas flores son más cortos que la corola y por lo tanto no emergen de ella: quizás por eso no hemos conseguido alguna foto más clara de esos estambres...  



Son unos arbolillos de tronco recto y ramas ascendentes muy extensas que generan una copa no muy ancha: son árboles ideales para alineaciones de calles más o menos estrechas: este es el caso de estas "rosas de Siria" plantadas en la calle de la Inmaculada, de Barcelona. 


Son flores purpureas, violáceas, rosas o blancas. Plantas cultivadas en jardines desde hace cientos de años que han dado lugar a muy diversos "cultivares" con muy variados colores. Vemos ahora un ejemplar de flores violetas:





Aquí, a la derecha, otra de las alteas de esa alineación. 




Buena parte de los cultivares de esta planta son simplemente arbustivos.




Su apelativo "de Siria" aplicado a una especie de origen asiático-oriental, se debe a que era ya planta estimada en las primeras culturas mediterráneas, hace miles de años.

Los troncos y las ramas, ordinariamente estrechos, disponen de una corteza pardo-grisácea. Las hojas son  trilobuladas, dentadas en forma irregular; miden entre 4 y 7 centímetros aproximadamente:



Ahora podemos ver más de cerca varias de esas hojas:


Y, añadimos un par de flores más ya que son quienes justifican el prestigio de estas plantas


Ésta tendiendo ligeramente hacia el violeta, y con el interior del "caliz" más visible:


Resultan muy notables, y evidentemente muy numerosos, los capullos: ahora vemos algunos, debajo de una flor...:


Y, aún, otro grupo de capullos:


 El fruto es una cápsula de color pardo amarillento cubierta por pelos amarillos. El próximo Otoño incorporaremos al blog alguna fotografía...

Para acabar, una última rosa de Siria:


Se cultiva ya como árbol, ya como seto, en muchas ciudades de clima mediterráneo, por su resistencia a la contaminación y a las condiciones climáticas adversas.  

Una última y simpática curiosidad: la "rosa de Siria" es la flor nacional de Corea del Sur, y forma parte de diversos emblemas nacionales. En el himno nacional de este país se compara a Corea con esta flor.