Lo vemos ahora a finales de Noviembre, con su característico color otoñal. Monta guardia en uno de los principales accesos al Monasterio de Sant Cugat.
Son árboles que miden unos 20 ó 25 metros de altura, aunque en algún caso pueden llegar cerca de los 40. Disponen de ramas que tienden a la horizontal y, en consecuencia, son árboles de amplia copa.
Este otro ejemplar está también en Sant Cugat, en la magnífica plaza situada delante de la preciosa iglesia gótica de su monasterio.
Son árboles que crecen con rapidez, sobre todo en sus primeros años.
Su tronco es derecho, recto, columnar. En su madurez puede llegar a medir un metro de diámetro; incluso más.
Su corteza está fisurada como con crestas.
El de la izquierda es el tronco de otro roble rojo de Sant Cugat; situado, en concreto, en una amable avenida peatonal bordeada de robles.
Este otro tronco es de un roure roig situado en can Borni, en la falda-mar de Collserola, encima de Barcelona.
Es un roble más antiguo; recto, recio y con su corteza profundamente fisurada
Sus hojas son muy distintas de las de los robles europeos. Son hojas muy grandes, de entre 12 y 25 centímetros. Son hojas simples, largamente pecioladas, que disponen de entre 4 y 7 pares de lóbulos, agudos, como triangulares
Hojas de color verde oscuro por el haz y tendentes al glauco por el envés. Ovales o abovadas.
Son árboles muy frondosos, creadores de estupendas sombras, como muestra uno de los robles rojos de la plaza de Sant Cugat ya citada:
Las yemas, que crecen en el extremo de las ramillas y en las axilas de los largos peciolos, son de color pardo, escamadas:
Sus frutos son "aquenios", bellotas, miden hasta tres centímetros de largo. Maduran al final de su segundo año. La "cúpula", escamosa, es amplia pero corta, como vemos:
Muy frecuentemente las bellotas aparecen en grupos de a dos:
Vemos ahora, de nuevo, un roble de la plaza de Sant Cugat, pero ya en Otoño, con su característico color, que va virando hacia el rojo, aunque no de un modo muy vistoso...
He aquí las hojas, que van volviéndose pardas...,
pardo-rojizas en el árbol que hemos visto en primer lugar:
Las hojas del roble de Collserola que hemos fotografiado ya caídas, son más cárdenas o pardas que rojas. Entiendo que las diversas subespecies deben tener hojas más o menos rojas, sin llegar al escarlata del famoso "scarlet oak" norteamericano:
Por último, una visión de nuestro primer roure americà, situado cerca del monasterio gótico de Sant Cugat: