Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

viernes, 22 de abril de 2011

Ciprés. Xiprer. (Cupressus sempervirens)


El ciprés es un árbol de hoja perenne que puede alcnzar hasta los 30 metros de altura.




Su copa puede tener diversos aspectos pero, de ordinario, es estrecha y larga, muy compacta.



Este ciprés está situado en la falda del Tibidabo, en Barcelona: arriba, a su derecha, se ve la iglesia que corona la sierra de Collserola.

 Vemos, a la izquierda, el tronco de ese árbol. Se trata de troncos rectos, de corteza gris con finas estrías. Las ramas son erectas y se suelen acercar al tronco dando al ciprés esa forma piramidal.



Es un árbol originario del Medio Oriente, que, según los expertos, fue ya utilizado nada menos que en el Arca de Noé, en el templo de Salomon, y en sarcófagos egipcios.


Es el árbol típico de los cementerios, pero también se ha utilizado mucho en parques y jardines.  Es frecuente asimismo en claustros de monasterios.





Este claustro, con su gran ciprés es el del Monasterio de Sant Benet de Bages, próximo a Manresa.













El ciprés del monasterio de Silos, en Castilla, inspiró a Gerardo Diego un precioso soneto llamado "Al ciprés de Silos", que comienza así:


<< Enhiesto surtidor de sombra y sueño
que acongojas el cielo con tu lanza.
Chorro que a las estrellas casi alcanza
devanado a sí mismo en loco empeño... >>
Para ver todo el poema "Al ciprés de Silos",  clicad aqui.






Pero veamos ahora cómo los cipreses también adornan caseríos y masias: por ejemplo estos dos cipreses situados en Can Patxau, en el Vallés.
Según una tradición catalana, los cipreses delante de las masias indican que los forasteros serán bien recibidos; al menos tantos, cuantos cipreses hay...









Las hojas, que se sitúan sobre muchas y delgadas ramillas, son muy pequeñas, de un milímetro o menos; son opuestas; tienen forma de escamas que se imbrican unas con otras.





Aquí vemos algunas de ellas:


Y, ahora, otras hojas desde diferente perspectiva:


El ciprés es un árbol "monoico" es decir que tiene las flores femeninas y las masculinas en el mismo pie. Las flores masculinas
en inflorescencias, "estróbilos", con forma de espiga y de color rojizo, miden unos 10 ó 12 milímetros. Aquí vemos algunos de ellos:









Las inflorescencias femeninas tienen ya la forma de los conos (frutos) a que darán lugar..., quizás una forma menos armónica, como comprobamos a la izquierda,





El fruto es un cono, verdoso al principio..., 


...pardo más adelante y cada vez más leñoso, que se abre cuando madura para dejar salir las semillas












A la izquierda vemos ahora más de cerca los conos, alguno de ellos ya abierto...





Este ciprés, situado en el Real Jardín Botánico de Madrid, mide 32 metros.


Tiene cerca de 250 años.  Es el árbol más antiguo de ese Jardín.



Los cipreses tienen una vida muy larga: de más de 500 años.
Este es el tronco de ese "viejo" ciprés


Con este esbelto ciprés, situado también en el Real Jardín Botánico, damos paso a la poesía de Gerardo Diego:   


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