Se trata de un árbol siempre verde, algo disímetrico, de hasta 60 ó 70 metros de altura y más de un metro de diámetro.
Es un árbol longevo: puede llegar a los 450 años de vida.
Este ejemplar, quizás único en Barcelona, se encuentra en el parque de La Tamarita, antigua finca o jardín urbano de la familia de un industrial algodonero, con especial sensibilidad para la botánica. Podemos comprobar su gran altura: desde la base del tronco, en la sombra, y algo tapada por el seto, hasta su punto más alto. Como veréis su altura supera ampliamente la de los cipreses que le "hacen guardia"
Sus troncos son rectos y erectos. La corteza es de color gris oscuro; rugosa y áspera; consta de bandas horizontales, que se exfolian fácilmente en finas bandas circulares.
En su edad adulta no disponen de ramas próximas a la base. Las ramas son largas y densas; en ocasiones, péndulas; en otros casos casi perpendiculares a su tronco
A partir de cierta altura, el tronco puede bifurcarse o divirse todavía más, como aquí vemos
Esos troncos complementarios dan lugar también a sus propias ramas lo que conlleva la falta de simetría a la que hemos aludido.
A la izquierda vemos la cúpula de nuestro Pino de la Bahia de Moretón.
Ciertamente, esa parte superior resulta muy desordenada
La corteza de estos árboles está fuertemente impregnada con resina, por lo tanto resultan muy resistentes a la descomposición
Vemos ahora nuestro "hoop pine" barcelonés desde una perspectiva perpendicular a la que ya conocemos bien: surge entre un ciprés y algún otro árbol del jardín.
El jardín de La Tamarita fue diseñado por el paisajista i arquitecto Nicolau M. Rubió i Tudurí, que preservó formas y disposiciones vegetales originales
Las hojas de los árboles jóvenes y, en general, las hojas juveniles, tienen forma de aguja, 1-2 cm de largo y, aproximadamente, 2 mm de espesor en la base. A la izquierda las vemos.
Se dice que son "subuladas", es decir: estrechas hacia el ápice, para terminar en punta fina.
Tienen una cierta forma de hoz: son "falcadas" Mientras que las hojas adultas y, en especial, las hojas fértiles, son "escamiformes", y están sensiblemente imbricadas: recuerdan a las hojas de otras clásicas araucarias. Son de color más bien glauco. Miden entre 1 y 2 centímetros de largo y unas 4 milímetros de ancho. Con el ápice agudo.Aquí vemos un conjunto de ellas:
Y casi se distinguen con más nitidez esas hojas maduras una vez ya secas, con el paso de los años: vemos, en efecto, su imbricación y la agudeza de los ápices
Las inflorescencias masculinas son conos terminales. Normalmente solitarios. Miden unos 3-4 cm de largo por 1 ó 2 de ancho. Son ovoides o elipsoides. Aquí vemos uno de ellos:
Y aquí tenemos otro de esos conos: tienen 10 escamas y sus microsporofilas (hojas modificadas que portan los sacos polínicos) tienen forma de rombo.
Lo vemos ahora, ampliado. Todo el conjunto tiene un cierto aire primitivo, como poco evolucionado:
Los conos femeninos son ovoides,simétricos, de 8 a 10 cm. de largo y 6-8 cm de diámetro, y tardan unos 18 meses en madurar. He aquí uno de ellos:
Se desintegran en la madurez para liberar las semillas, que son
comestibles, similares a las nueces. Las semillas son elipsoideas y están dotadas de alas membranosas.
Semillas que medirán, más o menos, 15 por 6 ó 7 milimetros.
Por último, aportamos una nueva foto de nuestro árbol, más iluminado ahora
Su madera es resinosa, fácil de trabajar y con muchas utilidades.
Es una madera blanda, de primera clase, que varía de casi blanco a crema o marrón claro.Una madera llana de textura uniforme sin grano prominente o anillos de crecimiento. Madera fácil de trabajar: acepta una amplia variedad de manchas y acabados. Sus usos más destacados son estos: madera contrachapada, muebles de trabajo, muebles, pisos, molduras y revestimientos, cajas de fruta.
Antiguamente eran ideales como mástiles de veleros...
Antiguamente eran ideales como mástiles de veleros...