Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

sábado, 24 de diciembre de 2016

Ficus Drupácea. Higuera de Mysore

Los Ficus son plantas de la familia de las "moráceas". Forman parte del "genero" ficus más de 1000 especies... Especies extendidas por todos los continentes. Son plantas leñosas. Algunos de los "ficus" son inmensos: de los más grandes representantes del "reino vegetal". Este buen ejemplar se encuentra en el "Patio de Letras" de la sede histórica de la Universidad de Barcelona: es un "Drupácea"




Históricamente se dio una cierta confusión entre las diversas especies de ficus: éste, por ejemplo, fue considerado durante mucho tiempo de la especie "ficus benghalensis". 




                                               Recientemente estudios más profundos realizados por la Sección de Botánica de la propia Universidad, ha concluido que se trata de un "drupácea".

Se trata de árboles "siempre verdes", de hojas perennes.                                             Pueden medir hasta 15 o 20 metros de altura.                                                                     Como todos los ficus, cualquier herida o corte de tronco o ramas da lugar a la aparición del "latex", líquido blancuzco irritante para la piel.                                             No suele tener (no tiene en nuestros jardines) las típicas raíces aéreas de otros "congéneres" 




El ficus drupácea, es también llamado ficus mysorensis, ficus payapa o higuera de Mysore (es éste el nombre más tradicional).                     

El término "drupáceo" se aplica porque sus "higos", sus "siconos" se asemejan a los clásicos frutos en drupa                                                     Su tronco (bien recio en este caso)  y sus ramas poseen una corteza, más bien lisa, de color grisáceo. De ordinario su porte es redondeado...
                                                               



En el jardín de la Universidad, pero fuera del edificio, encontramos esta otra "Higuera de Mysore". 







Su proximidad con la pared del edificio y con otros árboles la ha forzado a desarrollarse en altura...

En algún momento también se la consideró "benghalensis"




Una tercera "Drupácea" barcelonesa es ésta, situada junto a un palacio gótico y al lado del Museo Marès. Cerca de la Catedral, en la calle de la "Tapinería", en plena zona turística 

Es una especie nativa de China, Bangladesh, Bhutan, India, Indonesia, Laos, Malaysia, Nepal, Nueva Guinea, Filipinas, Sri Lanka, Thailandia, Vietnam y noreste de Australia. Es decir, de toda el Asia Sureste.





A la izquierda vemos el resto de esa higuera de Mysore: su tronco y primeras ramas.

                      En efecto, es un noble tronco, con una corteza muy lisa y de color grisáceo-claro

                          Hay que reconocer que su madera no es de gran calidad y no tiene utilidad en carpintería

Las hojas son alternas y simples. Su nervadura es pinnada; con un nervio principal muy visible. Miden entre 15 y 20 centímetros de largo, por unos 5 a 10 de ancho.  Son pecioladas, con un peciolo de entre dos y cinco centímetros. 


Son obovadas o elípticas. Terminan con un ápice acuminado (es decir: acabado en una punta alargada) con un "acumen" de menos de un centímetro de largo. De color verde oscuro, brillante, por el haz; y más claro por el envés. Son coriáceas. 


                                                                                                              Son hojas de borde entero; a veces ligeramente onduladas.                                                                           Glabras en el haz; los enveses son más pilosos, sobre todo en torno al nervio principal.                                                                                                                                                                                                                      Por su gran tamaño y número esas hojas proporcionan una magnífica sombra en Verano.


Las flores y frutos son del mismo tipo que las de la mayoría de árboles del género "ficus": de tipo "sicono". Es decir, tanto unas como, posteriormente, otros, se encuentran protegidos por un receptáculo carnoso (el "higo", el "sicono"). Aquí vemos dos de esos siconos, verdes, muy recientes...


Los siconos van madurando: en primer lugar contienen las flores, tanto masculinas como femeninas. Llevan entonces a cabo la polinización unas pequeñas y peculiares avispas que se introducen en el sicono por un "ostiolo" en busca de un tercer tipo de flores -éstas no fértiles- contenidas también en el sicono 


Al ir madurando, los siconos pasan a un color pardo con  motas blancas, como los que vemos. Suelen ir en parejas  y son sésiles (sin peciolo).


Posteriormente, pasarán a un color rojizo...


De todos modos el color de los siconos depende mucho de la variedad o subespecie a que pertenece el árbol; del clima; de la exposición al sol, etc. Vemos por ejemplo ahora un grupo de siconos, del árbol del patio de "Letras" de la Universidad, rotundamente amarillos:


Amarillos que posteriormente virarán hacia el rojo


Tenemos aquí unos siconos, ya rojos, del árbol de la calle Tapinería:


Y, por último, otros siconos, también rojos, del ficus del jardín de la Universidad


Por fin, una  foto de la calle de la Tapinería, a cuya izquierda vemos el ficus próximo al Museo Marés.



Los siconos (higos) de las higueras de Mysore, son comestibles pero no merecen una consideración especial. Tampoco la merece su madera. En realidad, hoy día, el único uso de estos árboles es el ornamental: y en ese sentido sí tienen un gran valor.



miércoles, 30 de noviembre de 2016

Laurel de Portugal. Loro. (Prunus lusitánico)

El laurel de Portugal, llamado coloquialmente "loro", es un árbol perennifolio, que se da en la Península Ibérica, Sudoeste de Francia, Marruecos y las islas Canarias, Madeira y Azores. Especie considerada una reliquia de los bosques del tipo "laurisilva", del Terciario, que únicamente dispone de unas decenas de miles de ejemplares: árbol protegido tanto por España como por Francia 


El presente "loro" está ubicado en el pequeño jardín de la Consellería d'Educació, en Barcelona. Lo vemos ahora desde la perspectiva contraria: casi bajo el edificio de la Consellería, en medio de ejemplares de otras especies:


Es una especie monoica, que, en parte, se reproduce sexualmente. Pero es muy peculiar su gran "potencia" para reproducirse por "clonación", mediante rebrotes de cepa y de raíz: llega a formar grupos de numerosos ejemplares conectados por el mismo sistema radical. Quizás sea ése el caso de nuestro "loro": ¿Son los dos pequeños "loros", próximos al que examinamos, fruto de ese tipo de reproducción?. No os lo puedo asegurar...


Se trata de una especie que busca la humedad: se sitúa por eso en la cercanía de barrancos, pequeños torrentes, etc. Su ámbito ideal es la media montaña de clima mediterráneo pero con influencia atlántica: zonas umbrías de altura entre 150 y 1200 metros.


No es un árbol grande: alcanza, a lo sumo, 8 ó 10 metros de altura. Su porte recuerda al del laurel, de ahí su nombre, aunque es una especie bien distinta.


Sus copas son más bien redondeadas, densas.


Los troncos, muy ramificados desde la base tienen una corteza
de tono grisáceo o pardo-negruzca. Aquí la vemos


Las hojas son ovales o, más bien, lanceoladas: de 10 ó 12 centímetros de largo y entre 3 y 5, de ancho. Algo coriáceas. Con el margen dentado y el ápice agudo: acabado en punta


Hojas de color verde-oscuro, por su haz, y más claras, casi glaucas, por su envés.


Estas últimas hojas no pertenecen al árbol de Educació, sino que son de un menor "loro" plantado en el nuevo Jardín Botánico de Barcelona. Aquí vemos ese árbol, más joven y poco desarrollado: se diría "arbustivo"


Hemos perdido las flores; tendremos que reponerlas y publicarlas en la próxima Primavera. Adelanto ya que se trata de flores pequeñas, perfumadas, que se agrupan en espigas de hasta 25 centímetros. Miden en torno a 12 milímetros y disponen de cinco pétalos blancos... 


Las flores, mediante fecundación,  entomófila en buena medida,  dan lugar a los frutos: son drupas de 12 o 15 milímetros de diámetro, primero verdosos como aquí vemos...


Drupas no comestibles, aunque sí alimento para las pequeñas aves de la zona,  drupas que viran luego hacia el color rojo y, al madurar, pasan al negro...


Vemos más de cerca algunos grupos de esos frutos rojos y negros:


Aquí, por fin los frutos ya todos negros...: 


Una nueva visión del pequeño "loro" del parque de Montjuich:








Y otra, del ejemplar de la Consellería de Educació







Actualmente esos "loros" se utilizan como planta ornamental; se cultiva a menudo como seto o cerco alto



lunes, 31 de octubre de 2016

Pata de Vaca; Pezuña de buey. (Bauhinia forficata)

La "Pata de vaca", "pezuña de buey", es una planta de origen sudamericano, caducifolia, cuyas hojas tienen una forma similar a la huella que dejan las vacas al caminar sobre la tierra, de ahí proviene ese peculiar nombre común. Aquí vemos, en efecto, una de esas hojas:


Y, aquí, más de cerca, otras hojas... 


Se trata de unos árboles de unos 5 ó 7 metros de altura, de amplio ramaje que da lugar a unas copas redondeadas aunque irregulares. He aquí un ejemplar bien desarrollado del jardín de Villa Amèlia, en Barcelona:




A la derecha, un ejemplar más pequeño, situado  en un reducido pero simpático jardín del Santuario de Santa Gemma. 


Es una foto aparentemente confusa: es un árbol muy moteado por manchas blancas: luego veremos que esas manchas blancas son flores grandes, blancas, clásicas de estas "bauhinias" 



El tronco de estos árboles, leñoso, se ramifica en ramas arqueadas y espinosas que forman una copa de entre tres y seis metros de diámetro. 





La corteza de tronco y ramas, si bien es lisa y de color grisáceo en su juventud, posteriormente se fractura notablemente y pasa a un color más pardo como vemos en el ejemplar de  Villa Amèlia

Ahora vemos varios ejemplares más, embelleciendo una plazuela de la calle Bilbao de Barcelona, y dando sombra a un parquecillo infantil. Todos estos ejemplares están muy inclinados: supongo que a consecuencia de alguna irregularidad sobrevenida en el terreno. Por otra parte, se manifiesta el ellos la citada irregularidad de las copas :


Las hojas, bien pecioladas, son bilobuladas: constan de dos lóbulos de forma oblonga:




Son hojas simples, de color verde medio en el haz y más claras todavía en el reverso.



Se disponen en las ramillas en forma alterna: esta foto de la derecha es muy característica.



De nuevo vemos, más de cerca, la peculiar estructura de las hojas y su nerviación; y las notables fracturas que presenta la corteza de las ramas: 


Las flores varían de color según variedades. La más típica es una flor blanca de largos pétalos

Aquí tenemos éstas: del árbol de Santa Gemma, resultan un poco confusas al estar rodeadas de restos ya secos de otros elementos complementarios a la flor... 


                                                                                Sí, la verdad es que el conjunto de flores y otros elementos no queda especialmente armónico...                                                                                              Pero se perciben claramente los cinco largos pétalos y los estilizados estambres. 

                                                                                        Una tercera flor blanca, también ya algo deteriorada...




Cuando están en "buena forma" se las compara con las orquídeas...

En el género "bauhinia" se agrupan unas 200 especies de árboles y arbustos. Si bien las más "famosas" son las "forficata", algunas de esas otras especies se han adaptado también a nuestros jardines: de hecho, es el caso de nuestros árboles de la calle Bilbao: se diferencian claramente de las "forficata" por sus flores. En efecto: la siguiente fotografía es de una preciosa flor de uno de los árboles de la calle Bilbao.


Y ésta, también preciosa, morada, es asimismo de uno de los ejemplares de ese mini-jardín:


Y aún una tercera flor de uno de esos árboles: se contemplan claramente los pétalos -bien distintos de los de las "forficata"- los estambres, etc.


Se trata probablemente de un híbrido denominado "Bauhinia x blakeana", híbrido procedente del Botánico de Hong Kong (cfr. "guia" de Tony Rusell); hibridos que en Barcelona hemos recibido, con poco acierto, como si fueran "forficata" 

Volvemos a nuestro árbol de Santa Gemma: como os comentaba, las flores blancas son muy abundantes y se sitúan en cualquier punto del árbol. Esta es una fotografia parcial de ese árbol:


El fruto de la pata de vaca es una legumbre pequeña, muy plana, dehiscente, es decir que al madurar se abre y libera las semillas: ahora vemos algunas de ellas... 


Pequeñas legumbres aplanadas que empiezan siendo verdes... 


...y  pasan al pardo o marrón al madurar 


Acabamos con una última visión de una de las bauhinias "forficata" de Villa Amèlia:


Se denomina también a estas bauhinias como "Falsa caoba" y "Arbol orquídea".
Este árbol es muy utilizado por el hombre. Se le considera una "planta medicinal", ya que sus flores y hojas pueden utilizarse para el tratamiento de algunas enfermedades. Su madera es útil en construcción...