Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

viernes, 25 de marzo de 2011

Secuoya gigante. (Secuoiadendrom giganteum)

La secuoya gigante es el árbol más "grande" que existe. Más alto que él es su pariente la secuoya roja, pero el mayor en volumen y peso es la secuoya gigante. Llega a cerca de los 90 ó 100 metros de altura y el diámetro de su tronco alcanza los 6 ó 7 metros. Es un árbol tremendamente longevo: se conocen ejemplares de más de tres mil años de vida...









Estas secuoyas están situadas en Santa Fe del Montseny, junto a la casa Can Casades. Hay quien dice que tienen más de 500 años de vida, y más de 50 metros de altura









            El género "Sequoiadendron" pertenece a la familia de las "Cupresáceas". La "Sequoiadendron giganteum" se denomina tambíen Wellingtonia o Secoya de la sierra.

























En esta otra fotografía, podemos verlas en relación con algunos vehículos... cuyos propietarios han acudido para admirarlas.

Vemos ahora su esbelto tronco. La corteza de la secuoya es muy gruesa y le proporciona una gran protección contra el fuego.

Y, como resulta conveniente, lo vemos de nuevo con un "referente" humano, aunque anónimo...

 
Esta otra secuoya está en el Real Jardín Botánico, de Madrid. Es una árbol más joven que los anteriores, pero tiene también un gran, un largo  futuro     
Otra secuoya, asimismo del Real Jardín Botánico


He aquí el tronco y las hojas de una de esas secuoyas madrileñas


Son hojas perennes, de unos pocos milímetros de largo, como escamas.

Las semillas se contienen en "conos". Aquí vemos un par de esos conos, de esas piñas. Tardan un par de años en madurar. Y posteriormente estarán varios años sobre el árbol. Estas son piñas de una secuoya de Pamplona, del campus de la Universidad de Navarra, que luego veremos. 






Otra de esas piñas, más madura..., también navarra:












Pero antes de las navarras vemos estas otras sequoyas, situadas en el valle del Freser: 


Ésta que se bifurca en dos, se encuentra en Ribes, junto a unas instalaciones deportivas. 

Entiendo que es algo más joven que las ya vistas





También en Ribes, en frente de la anterior, se encuentra esta sequoya: os haréis una idea de su tamaño por comparación con el banco y la red de tenis a las que da sombra. Se trata de un ejemplar cónico, muy bien proporcionado







Su tronco es recio, con una corteza muy gruesa, fibrosa, fruncida, como sabéis y veis..., que protege a la sequoya de los incendios






Y sus hojas con forma de escamas que se imbrican unas en otras y que se disponen en espiral en las ramillas...









Son hojas del tipo clásico de las de los árboles parientes del ciprés...: recuerdan a las "leznas" de los zapateros
















Esta es una de las antes anunciadas secuoyas gigantes del campus  de la Universidad de Navarra.





Perfectamente cónicas y regulares. Son ciertamente unos árboles preciosos.

Vemos aquí otras dos. Esas secuoyas están estratégicamente distribuidas por todo el campus. Supongo que deben tener pocos años menos que la Universidad, unos 50 y tantos años



 







Otra secuoya, con un porte practicamente perfecto. 






Esta es la base del tronco de la primera de estas secuoyas navarras. Grueso tronco que muestra cómo las ramas surgen casi a ras de suelo y precisan una cierta poda para que no obstaculicen el paso


Por último, una fotografía en escorzo de una de las secuoyas de Santa Fe.    



Las ramas más bajas de las secuoyas gigantes mueren con bastante facilidad. Los árboles "jóvenes", de menos de 100 años, como los de Ribes y Pamplona que hemos visto, las retienen. Los árboles de más edad ya las han perdido y no comienzan a tener ramas más que a partir de los 20 ó más metros. Esta circunstancia está bien clara en los ejemplares de Santa Fe del Montseny

lunes, 21 de marzo de 2011

Olmo. Om. (Ulmus minor)

El olmo, om en catalán, es un árbol de hoja caduca, de gran porte; puede llegar a los 25 ó 30 metros de altura y su copa es amplia, redondeada y densa.

Las flores surgen en pleno invierno; los frutos, al principio de la primavera; son de un color verde muy claro, casi amarillo: de ahí el peculiar color del olmo de esa fotografía.


Un olmo viejo, seco, más que el de esta otra fotografía, ha inspirado a Machado su preciosa poesía "A un olmo seco", que transcribo: 


  Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.



  ¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.



  No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.



  Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.


Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas, 
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.



Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.


También podéis leer ese poema en la entrada "A un olmo seco"

Pero, dejemos el Duero y volvamos al Besós: al árbol de la primera fotografía, situado junto a ese río, en "Vallbona", entre Moncada y Barcelona.

Los frutos son en"sámara" de un color verde muy claro, de un diámetro de entre uno y dos centímetros. Se diseminan muy pronto, casi antes de que surjan las hojas. Los vemos ahora:


Las hojas nuevas, también de un verde muy claro, muestran su peculiar asimetría,


Otro olmo primaveral, pero ya sin frutos. Situado en Premià              

Luego, en verano, las hojas se oscurecen, especialmente por el haz y dan al árbol un aspecto más serio,
Este es el tronco de ese árbol:                                                                                                                   

                                                                                                                                        Y éstas, las hojas, ya maduras. Son hojas de unos 5 ó 10 centímetros de largo, ovales, de color verde oscuro                         
                                                                                                                        Todas estas hojas son de finales del verano: están muy atacadas por alguna enfermedad... Otra característica de las hojas son sus bordes aserrados...
                                                                                                                                                    Este es el tronco, invernal, de otro magnífico olmo, situado en el Real Jardín Botánico de Madrid.  Es un tronco recio, grueso. Su corteza es grisacea y agrietada.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                    

Ahora lo vemos en verano: un gran olmo:


Desde 1970 los olmos europeos están siendo atacados por una grave enfermedad fúngica (ocasionada por hongos). Se llama "grafiosis" La transmiten unos pequeños escarabajos. Ello ha obligado a sustituir nuestros clásicos olmos por los olmos siberianos, "ulmus pumila", resistentes a esa enfermedad. Aún podemos admirar, sin embargo grandes grupos de nobles olmos, como éstos, situados en Lleida 


Y, abajo, una vista invernal de uno de los olmos de "Vallbona". Las ramas son ascendentes y largas: 
  

Antonio Machado habla también de las "olmedas" en su poesía "Las encinas". Dice de ellas:

De los parques las olmedas
son las buenas arboledas
que nos han visto jugar,
cuando eran nuestros cabellos
rubios y, con nieve en ellos,
nos han de ver meditar.

Para ver toda la poesía a "Las encinas", clicad aquí.


miércoles, 16 de marzo de 2011

Álamo temblón. Trèmul. (Populus tremula)


El álamo temblón, trèmol, en catalán, es un árbol del género "Populus".


  

Es un árbol de crecimiento rápido que puede alcanzar hasta unos 20 metros de altura. Es mucho menos frecuente que otros "populus" como el álamo blanco y el chopo



Éste "tremul" está situado junto a una de las últimas curvas de la pista forestal por la que se accede desde Gombren al santuario de la Mare de Deu de Mogrony; en la comarca de Ripoll.

El bosquecillo de álamos temblones que vemos ahora está en la Vall de Ribes: cerca de Queralbs



Y vemos más de cerca uno de esos "temblones":


      Su característica fundamental es que el peciolo de sus hojas es plano y flexible lo que supone que las hojas se muevan al más mínimo soplo del viento: de ahí su nombre: "temblón"



Como vemos, las hojas son redondeadas, dentadas, de entre 4  y 7 centímetros; de un color verde más bien claro.





El tronco, recto, tiene una corteza grisacea, casi blanca en los ejemplares jóvenes












Incorporamos ahora otra vista de algunas de esas hojas

Éstas, tomadas a contraluz...


                                                    Son hojas simples, con bordes aserrados, de un verde más bien claro                                                                                                                                                                                                                                                        





 Por último, una nueva fotografía del álamo temblón que inicia esta entrada: él de Mogrony.


sábado, 12 de marzo de 2011

Chopo. Pollancre. (Populus nigra)

El chopo o álamo negro, pollancre en catalán, es un clásico árbol de ribera. Con frecuencia está también  situado al borde de carreteras y caminos: el de esta fotografía está en la carretera de Ribes de Freser a Queralbs.  
Suele acompañar a los álamos blancos, a los alisos, a los sauces, en las proximidades de los ríos y acequias.



Es un árbol de crecimiento rápido que puede alcanzar hasta los 20 ó 25 metros de altura.


Se dedica fundamentalmente a la fabricación de celulosa.


También se utiliza como árbol ornamental en pueblos y ciudades 


Éste está situado también cerca de Queralbs

El tronco es recto, sólido y robusto. Las ramas, fuertes y dirigidas hacia arriba, configuran una copa en forma de huso; esto se da sobre todo en los chopos de la variedad itálica (chopos de Lombardía), cuyas ramas, que se acercan al tronco, producen una copa elíptica estrecha y esbelta.




Las hojas, triangulares o romboidales, miden entre 4 y 10 centímetros. Su peciolo, largo, les permite bastante movilidad . En su haz son verdes brillantes; en el envés más pálidas.


Son hojas dentadas que se diponen en forma alterna sobre las ramas



Antonio Machado, en su poesía a "Las encinas" se refiere a los chopos con los siguientes versos:


Los chopos son la ribera, / liras de la primavera, /
cerca del agua que fluye, / pasa y huye, / viva o lenta, /
que se emboca turbulenta / o en remanso se dilata. /
En su eterno escalofrío / copian del agua del río /las vivas ondas de plata.

     Pero ademas de los chopos campestres, de la ribera, están los urbanos...

Los chopos lombardos son muy utilizados en jardines, parques y avenidas. Vemos una serie de ellos situados en un parquecillo próximo a la calle Manuel Girona, de Barcelona:

Otro de los chopos de la calle Manuel Girona:

El tronco es bien similar al que hemos visto en los chopos de montaña. Es un tronco con corteza grisacea, lisa al principio y agrietada con el paso de los años

Vemos también sus hojas, mayoritariamente triangulares



Las infrutescencias, constituidas por numerosos frutos, del tipo cápsula, lampiños, de color verde, se apelotonan en los chopos en la primavera avanzada...


Las vemos ahora más de cerca...


Luego, esos frutos se abren y liberan numerosas y pequeñas semillas dotadas de un penacho de pelos blancos, que aquí vemos

Son árboles de hoja caduca: en invierno, sin hojas, conservan la belleza que les da su esbeltez. 


















Acabamos viendo un par de grandes chopos, ubicados en la Vall de Ribes, cerca de la Casanova; debajo de Fustanyà. Ciertamente no son de la variedad itálica sino propios del pais: son chopos de amplia copa.