Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

jueves, 6 de agosto de 2015

Coscoja. Garric. (Quercus coccifera)

La coscoja, "garric" en catalán, es de ordinario un arbusto; a veces un arbolillo de hasta tres o cuatro metros. De hoja perenne. Es una especie que viene a sustituir a los encinares que decaen a causa de la presión humana... Este ejemplar está situado en la falda de Montjuich:   



Se trata de una planta muy resistente a calores y fríos. De origen mediterráneo. Convive con encinas, y con enebros, sabinas y otras plantas más o menos arbustivas ubicadas en su mismo habitat. 

En esta foto podemos distinguir muy bien la coscoja, arbustiva, de la encina vecina: la encina es grisácea, por la vellosidad del envés de sus hojas, sobre todo, y la coscoja es de un verde bastante claro y nítido; casi brillante.

Ese conjunto está en Pallerols, en el prepirineo catalán, cerca de Oliana.

Este otro "garric", casi arboreo, esta situado en un ámbito muy de su gusto: en las montañas del Garraf, entre Barcelona y Sitges, zona muy seca y de clima áspero.                                                                            Esta especie tiene muchos apelativos particulares: son "chaparros", "carrascas", "matarubias", etcétera.









El tronco, con corteza que se agrieta, se  ramifica abundan-temente desde la base. 
Ramas, de corteza lisa y cenicienta, que se entrecruzan haciendo el árbol casi impenetable

Las hojas de la coscoja son sencillas, alternas, libres de vello en haz y en envés. Son duras, rígidas, brillantes. 


Su margen es ondulado y tienen espinas más o menos punzantes. Miden entre 1,5 y 4 centímetros de longitud.


En los ambientes adecuado se reproduce abundantemente formando densas "garrigas" ó "coscojares" que dificultan el paso. Aquí vemos una de esas garrigas situada en Pallerols


Las flores masculinas, muy pequeñas y poco aparentes, se asocian en inflorescencias a modo de espigas cortas, ramificadas, de color amarillo, que cuelgan en grupo, como ahora vemos:


Se asemejan, de hecho, a las inflorescencias de las encinas.


Esos amentos masculinos surgen en primavera, junto con las nuevas hojas. Las flores femeninas son solitarias y aparecen dentro de un involucro acrescente (cúpula)


El fruto es la bellota, protegida por una "cúpula" espinosa. Tienen unos pedúnculos cortísimos. Las que vemos ahora son bellotas "jóvenes", que deben seguir desarrollándose: esas bellotas no maduran hasta el segundo año




La anterior es ya una cúpula más desarrollada. Lo normal es que la cúpula cubra la mitad de la bellota. Las bellotas se utilizan como alimento de cerdos y cabras; son muy amargas.


Aportamos ahora una nueva fotografía de nuestra inicial coscoja, con un bello color verde.

Las hojas son atacadas, en ocasiones, por un insecto hemíptero que genera en ellas unas "agallas", de las que se puede extraer un colorante rojo-carmesí. Se trata de un  colorante que fue muy estimado en el Imperio Romano...  

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