La tuya occidental es un árbol resinoso, de la familia de las cupresáceas, originario de Canadá y Estados Unidos y afincado en Europa, a efectos ornamentales, desde hace siglos. Su hoja es perenne, de ordinario más bien oscura: tiene, no obstante, muchas variedades, muchos "cultivares", con distintas características... Son vistosos sus conos femeninos, amarillos, abundantes.
Su tronco es recto; sus ramas, numerosas y ascendentes, dan lugar a un porte cónico o piramidal, como vemos en estos dos ejemplares de un jardín de Ribes de Freser
Vemos más de cerca una de esas tuyas de ese precioso jardín de una empresa industrial de Ribes: es de agradecer su cuidado de la naturaleza.
Son árboles de denso follaje.
Esta otra tuya occidental, llena de conos amarillos, está situada en un jardín de Queralbs, también en la Vall de Ribes.
Se destaca su clásico porte piramidal...
También esta tuya, a media ladera, nos muestra el color amarillo que le conceden sus "flores" femeninas, sus conos.
Las hojas se instalan sobre ramitas chatas, en forma de escamas de 3 a 5 milimetros: aquí las veis...
Y ahora, más de cerca.
Son árboles longevos: superan fácil mente los 200 años. En Norteamérica se han encontrado ejemplares de más de 1000 años de vida.
He aquí, de nuevo, los conos: de unos 10 ó 12 milímetros de longitud, formados por 8 ó 10 escamas superpuestas.
Las flores masculinas se presentan en mínimas inflorescencias que surgen al extremo de algunas de las ramillas. En esta foto las vemos, muy ampliadas: fijaros, por ejemplo, en ese pequeño hilo de araña que une varias de esas inflorescencias.
Aquí vemos muchas otras...:
El fruto se abre dejando salir las semillas: dos por escama. Ahora vemos dos o tres de esos frutos ya secos...
Y aquí, otros: evidentemente de la temporada anterior a la que representan los numerosos conos amarillos...
No son árboles muy altos: en nuestros jardines alcanzan como máximo
los 10 ó 12 metros.
En su ámbito natural, no obstante, pueden ser más altos: se cuenta que el más alto localizado, en Míchigan, llegaba a los 34 metros... Acabamos viendo, otra vez, una par de tuyas del jardín de Ribes:
muy interesante, un saludo maría
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