lunes, 31 de agosto de 2015

Morera negra. (Morus nigra)


La morera negra, muy similar a la "alba", a la blanca, es un árbol caducifolio nativo del sudoeste de Asia que, como la blanca, fue importada a Inglaterra y Europa en el siglo XVII, sobre todo porque sus hojas son prácticamente el único alimento de los gusanos de seda, gusanos de cuyos capullos se extrae la seda.   


Son árboles que crecen deprisa al principio. Ese crecimiento luego se detiene y no alcanza más que a unos 12 ó 15 metros. Su copa, muy amplia, es densa pues sus hojas son muy abundantes y muy grandes. 




En verano las moreras dan lugar a magníficas sombras y por ello se utilizan bastante en parques, jardines y calles... 




Estas moreras que vemos están plantadas en un pequeño paseo situado en el barrio de la Guineueta, en Barcelona.




La verdad es que esos paseos de moreras negras tienen un grave problema: sus frutos, las moras, son grandes y al caer manchan notablemente la calle..., con manchas moradas o negras de difícil eliminación. 


Son árboles robustos, de tronco corto y generosa ramificación. Ramas gruesas, largas, ascendentes y divergentes que dan lugar a esas copas amplías a las que nos hemos referido. Muchas veces, copas redondeadas.



La corteza  es muy estriada. De color pardo-grisáceo




La madera de estos troncos es de buena calidad. De color blanco-amarillento 




Muy utilizada en tonelería y ebanisteria. También para elaborar mangos de herramientas 


Las hojas son grandes, de hasta 15 ó más centímetros de longitud y 10 ó 12 de anchura. 




Con forma de corazón, si bien pueden adoptar formas distintas, incluso con lóbulos.


Son alternas, simples, con borde ligeramente aserrado




Son hojas ásperas y pelosas por su haz; y oscuras, no lustrosas.



El envés, como podemos ver en la foto de la izquierda, es más claro y luminoso...




Los frutos son "multiples", arracimados. Miden de 3 a 4 centímetros. Pasan del color rojo al púrpura oscuro o negro en la madurez; y del sabor ácido a un agradable sabor dulce. Estas moras se utilizan profusamente en pastelería.

En esta foto podemos apreciar también el color pardo anaranjado de las ramas superiores...:


Otro conjunto de árboles de la misma urbanización: en efecto, su sombra es excelente...


Son árboles muy longevos: pueden vivir cientos de años. 

Este ejemplar es algo más grande, quizás por estar "exento" en medio de la Vía Favencia... De hecho, hay ahí dos ejemplares de morera; además, delante, a la derecha, vemos un pequeño magnolio


Acabamos viendo otra morera negra, grande, de la misma urbanización. Está escoltada, acompañada, por dos nísperos; uno, justo delante y otro, aquí a la derecha





jueves, 6 de agosto de 2015

Coscoja. Garric. (Quercus coccifera)

La coscoja, "garric" en catalán, es de ordinario un arbusto; a veces un arbolillo de hasta tres o cuatro metros. De hoja perenne. Es una especie que viene a sustituir a los encinares que decaen a causa de la presión humana... Este ejemplar está situado en la falda de Montjuich:   



Se trata de una planta muy resistente a calores y fríos. De origen mediterráneo. Convive con encinas, y con enebros, sabinas y otras plantas más o menos arbustivas ubicadas en su mismo habitat. 

En esta foto podemos distinguir muy bien la coscoja, arbustiva, de la encina vecina: la encina es grisácea, por la vellosidad del envés de sus hojas, sobre todo, y la coscoja es de un verde bastante claro y nítido; casi brillante.

Ese conjunto está en Pallerols, en el prepirineo catalán, cerca de Oliana.

Este otro "garric", casi arboreo, esta situado en un ámbito muy de su gusto: en las montañas del Garraf, entre Barcelona y Sitges, zona muy seca y de clima áspero.                                                                            Esta especie tiene muchos apelativos particulares: son "chaparros", "carrascas", "matarubias", etcétera.









El tronco, con corteza que se agrieta, se  ramifica abundan-temente desde la base. 
Ramas, de corteza lisa y cenicienta, que se entrecruzan haciendo el árbol casi impenetable

Las hojas de la coscoja son sencillas, alternas, libres de vello en haz y en envés. Son duras, rígidas, brillantes. 


Su margen es ondulado y tienen espinas más o menos punzantes. Miden entre 1,5 y 4 centímetros de longitud.


En los ambientes adecuado se reproduce abundantemente formando densas "garrigas" ó "coscojares" que dificultan el paso. Aquí vemos una de esas garrigas situada en Pallerols


Las flores masculinas, muy pequeñas y poco aparentes, se asocian en inflorescencias a modo de espigas cortas, ramificadas, de color amarillo, que cuelgan en grupo, como ahora vemos:


Se asemejan, de hecho, a las inflorescencias de las encinas.


Esos amentos masculinos surgen en primavera, junto con las nuevas hojas. Las flores femeninas son solitarias y aparecen dentro de un involucro acrescente (cúpula)


El fruto es la bellota, protegida por una "cúpula" espinosa. Tienen unos pedúnculos cortísimos. Las que vemos ahora son bellotas "jóvenes", que deben seguir desarrollándose: esas bellotas no maduran hasta el segundo año




La anterior es ya una cúpula más desarrollada. Lo normal es que la cúpula cubra la mitad de la bellota. Las bellotas se utilizan como alimento de cerdos y cabras; son muy amargas.


Aportamos ahora una nueva fotografía de nuestra inicial coscoja, con un bello color verde.

Las hojas son atacadas, en ocasiones, por un insecto hemíptero que genera en ellas unas "agallas", de las que se puede extraer un colorante rojo-carmesí. Se trata de un  colorante que fue muy estimado en el Imperio Romano...