Vora el barranc dels Algadins
hi ha uns tarongers de tan dolç flaire,
que per a omplir d’aroma l’aire
no té lo món millors jardins.
Allí hi ha un mas, i el mas té dins
volguts records de ma infantesa;
per ells jo tinc l’ànima presa
vora el barranc dels Algadins.
Vora el barranc dels Algadins,
s’alcen al cel quatre palmeres;
el vent, batent ales lleugeres,
mou son
plomall i els seus troncs fins.
En ells, milers de teuladins
fan un soroll que el cor encisa.
Qui oir pogués sa xiscladissa,
vora el barranc dels Algadins!
Vora el barranc dels Algadins,
l’aigua corrent los camps anega;
en sos espills lo sol llampega,
i trau l’arròs verdosos brins.
Sona el tic-tac en los molins;
i en caure el sol, caçadors destres,
a joca van d’ànecs silvestres,
vora el barranc dels Algadins.
Vora el barranc dels Algadins,
mourà demà les palmes l’aire;
li donaran los horts son flaire,
i sa
cantúria els teuladins.
El mas demà guardarà dins
dolços
records i imatges belles;
jo no podré gojar ja d’elles,
vora el barranc dels Algadins!
Teodor LLORENTE, Nou llibret de versos (1909)
Traducción al castellano "perpetrada" por arolgasp
Nota: ese barranco estaba situado en la comarca de la Ribera Alta, del Pais Valencià. Ahora ya no es un barranco: forma parte de unos campos de naranjos más bien planos... Teodor Llorente, uno de los más importantes poetas de la Renaixença Valenciana, inmortalizó la belleza del paisaje y de la vida de esa comarca con este precioso poema publicado en 1909.
Traducción al castellano "perpetrada" por arolgasp
JUNTO AL BARRANCO DE LOS ALGADINS
Junto al barranco de los Algadins
hay unos naranjos de tan dulce olor,
que para llenar de aroma el aire
no hay en el mundo mejor jardín.
Allí hay un mas, y el mas conserva
amados recuerdos de mi infancia;
por ellos tengo cautivada el alma
junto al barranco de los Algadins.
Junto al barranco de los Algadins
se alzan al cielo cuatro palmeras;
el viento batiendo sus alas ligeras,
mueve su plumaje y sus finos troncos.
En ellas, miles de pajarillos
hacen un ruido que encanta el corazón.
¡Quien pudiera oír su algarabía
junto al barranco de los Algadins
Junto al barranco de los Algadins
el agua que corre anega los campos;
en sus espejos el sol se refleja
y saca verdosos brillos del arroz.
Suena el tic-tac en los molinos;
y al caer el sol,
cazadores diestros,
van a los nidos de patos silvestres
junto al barranco de los Algadins
Junto al barranco de los Algadins,
el aire moverá mañana las palmas;
le darán su aroma los huertos,
y su canción los pajarillos
El mas mañana guardará dentro
dulces recuerdos e imágenes bellas;
¡yo no podré gozar ya de ellas
junto al barranco de los Algadins!