Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

martes, 17 de febrero de 2015

Ave del paraíso (Strelitzia regina)

La Strelitzia, es un género de, al menos, cinco especies muy estimadas por los jardineros y botánicos. La más destacada es la strelitzia reginae. Se la conoce como "ave del paraíso" y como "flor de pájaro" por su semejanza con esas aves. De hecho posee algunas de las más preciosas y exóticas flores naturales.


 Es una planta africana. Cultivada en Europa en parques y jardines por esa excepcional belleza de sus flores: las flores aquí fotografiadas se encuentran en varias strelitzias situadas en sencillos jardines y parterres de Barcelona:





Otra strelitzia a destacar -que posee su propia entrada en este blog- es la "strelitzia augusta" ó "strelitzia alba". Es la planta de mayor talla del género: puede llegar a 10 metros mientras que la "reginae" apenas supera el metro o metro y medio.  Esta "strelitzia alba" Se encuentran en un jardín de la Via Augusta de la Ciudad Condal:


Y aquí vemos una de sus blancas y exóticas flores:


Pero volvamos al "ave del Paraiso". Vemos ahora su porte más clásico:



Se trata de plantas herbáceas, no de verdaderos árboles pero sin duda merecen figurar en nuestro blog. 

Las hojas son grandes, perennes, de hasta 50 centímetros de largo y unos 20 de ancho. Como vemos tienen forma oval, borde entero, y un nervio central muy marcado. Las portan largos peciolos de hasta un metro de longitud. El haz de las hojas es verde oscuro, coriáceo.

                                                                                                                                                                                                                                                     El envés de las hojas es más claro  y está recubierto por una tenue "pruína", una mínima película como de cera.                                                                                                                                        Es una planta longeva; se dice que llega a los 100 años.
 De hecho hay que esperar 5 años para que aparezcan las flores. Son flores que se sitúan, sostenidas y protegidas por una bráctea verde con detalles rojos, al término de un largo tallo cilíndrico. Cada bráctea protege 4 ó 5 flores:


En la anterior fotografía son dos las flores de esa bráctea. Cada una de ellas está formada por tres tépalos se color amarillo-naranja y otros tres de color azul, uno pequeño y dos fundidos que dan lugar a una especie de alabarda, de lanza, que sobresale. Vemos más flores:


Y más flores; también dos en la siguiente inflorescencia: se distingue en ella muy bien la "alabarda" azul...


Y otras flores, pienso que también dos de la misma bráctea, pero opuestas, en un original escorzo...


Una última "mata" de stretitzia reginae, en nuestra ciudad universitaria, a pleno sol:
               
                                        
Y una última fotografía de la flor del "ave del paraíso".


La primera importación a Europa de estas plantas tuvo lugar en torno a 1.700. Las primeras flores fueron dedicadas a la viuda del Rey Jorge III, la reina Carlotta Sofía de Meclemburg-Strelitz: de ese apellido deriva tanto el nombre del género como el de la especie.

viernes, 6 de febrero de 2015

Ciprés de Leyland. (x Cupressocyparis leylandii)


El ciprés de Leyland, es un ciprés híbrido del "cupressus macrocarpa" (ciprés de Monterrey o de Lambert) y del "Chamaecyparis nootkatensis" (Falso ciprés de Nootka, especie menos popular). Por ello su nombre técnico, además del reseñado arriba, es: "Cupressus x leylandii". La x entre nombre de género y especie indica que se trata de un híbrido.




Es un híbrido natural descubierto en 1888, según algunos autores, o un híbrido "creado" por botánicos de Gales a finales del S. XIX, según otros.  





En cualquier caso es un árbol que ha triunfado en parques y jardines, como seto, por ejemplo.


Éste, no. Éste forma parte de una alineación plantada en la Diagonal de Barcelona. Veréis que es un magnífico árbol, de porte cónico. Alcanza los 15 ó 20 metros de altura. Abajo, vemos la alineación:


Árbol que crece muy deprisa, hasta 50 centímetros por año. Aquí vemos, ahora, los últimos de ese conjunto de cipreses de Leyland:


Son árboles de hoja perenne. Ordinariamente muy frondosos, aunque éstos me desmienten, quizás por estar en un crudo invierno...



Tronco recio, recto, columnar, al estilo de los otros cipreses. Genera ramas casi a ras de tierra. 


Eso permite "mugronar" ó "amugronar", es decir, hundir las ramas para que éstas den lugar a nuevos troncos. Un a modo de reproducción no sexual.


La corteza es pardo-rojiza, fisurada en la madurez.

Vemos las señales de las primeras ramas, que han sido podadas. 


Aquí podemos observar la parte algo más alta de ese ciprés. Ciertamente, al envejecer, la corteza se fisura sensiblemente:


Las hojas se presentan en ramillos. Tienen forma de escama. Son ligeramente aromáticas; de color verde oscuro, algo más pálido en el envés


Esas hojas "escuamiformes" se solapan unas con otras, cubriendo totalmente la ramilla que las sustenta. Por otra parte, así son las hojas de casi todos los cipreses. Las vemos ahora más de cerca:


Las semillas se encuentran en conos (son los "frutos") de unos dos centímetros de longitud, formados por ocho escamas. Por ser árboles híbridos, sus semillas no son fértiles sino estériles. 


Los conos son verde-azulados en su juventud y pasan a pardos al madurar. Los hemos visto en la anterior foto y veremos un conjunto de ellos a continuación:


Son muy numerosos esos conos y llegan a situarse aún en las más altas ramas...

                                                                                                                                                                   Para terminar vemos de nuevo el primero de los cipreses de esa alineación de la Diagonal de Barcelona, situada poco antes de llegar al parque de Cervantes.