Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

sábado, 29 de marzo de 2014

Negundo. Arce americano. Bordo. (Acer negundo)



El negundo, arce que se diferencia notablemente de otras especies de su familia, es un árbol caducifolio, de crecimiento rápido.






Este ejemplar, muy cuidado por los jardineros del Ayunta- miento de Barcelona, está situado junto al portal de la preciosa iglesia  gótica de Santa Ana




Estos otros dos ejemplares están situados en la calle Entenza, también de Barcelona. 


Son árboles de porte redondeado que aquí dan sombra a unos campos de petanca...

De nuevo el de Santa Ana, desde otro ángulo




Vemos más de cerca su tronco. Son troncos de color gris oscuro finamente estriados.                                                                                                                            Se trata de árboles de origen norteamericano pero importados a Europa muy prontamente.                                                                                                                                            En nuestro país es común en parques y jardines y, "subespontaneo", es decir debido a la existencia de aquéllos, en algunos bosques de ribera.



Este es el tronco de otro negundo, más joven, situado también en la calle Entenza. 





Es una foto hecha en los inicios de la primavera; la luz directa del sol hace clarear la corteza...
El recio tronco de uno de los negundos de Entenza permite que crezcan directamente sobre él las hojas, con largos peciolos...
   

Sucede lo mismo en el acer de Santa Ana.

Las hojas del negundo son distintas de las comunes en los arces europeos. No son simples sino compuestas, "pinnadas", compuestas de 3, 5 e incluso 7 foliolos. El foliolo terminal es mayor que los otros y tiende a ser trilobulado y, como los otros, irregularmente dentado.

                                                                                                               He aquí un conjunto de hojas; las "nuevas" nos permiten comprobar con más facilidad la distinción entre unos y otros foliolos. Los foliolos no terminales, que se sitúan en oposición, son de forma ovada; miden hasta 8 ó 10 centímetros de longitud




Más hojas. El haz es más oscuro que el envés.

Es un árbol de rápido crecimiento pero de poca longevidad.  


Es una especie "dioica", es decir, con árboles que dan flores masculinas y árboles que las dan femeninas.




Las flores salen, en primavera, antes que las hojas. Son pequeñitas, se asocian en racimos colgantes de entre 10 y 30 flores. Ahora vemos uno de ellos:


Y, otros dos, cabalgando una ramilla


La inflorescencia que sigue es de flores masculinas: cada una de las flores cuenta con cuatro estambres:


Y ahora una foto ampliada de otra inflorescencia masculina...


Volvemos a la "superficie", es decir: al tamaño macro. Aquí tenéis nuestros ya conocidos negundos que dan sombra a los campos de petanca de Entenza, desde otro punto de vista:






Y este es un peculiar negundo situado también junto a la iglesia de Santa Ana, cuyo porte resulta chocante: la copa de los negundos es redondeada, de ordinario, y esta no lo es... 
Pero, tanto sus hojas como sus inflorescencias nos han permitido catalogarlo como acer negundo.

Más adelante, hablaremos de los frutos: son en doble sámara -como los de todos los arces- con las dos alas en ángulo agudo...