Árboles con alma


Mi abuelo, ilustre abogado y popular poeta costumbrista altoaragonés, publicó en 1935 una poesía en homenaje a los árboles dedicada a los niños. Se trataba de un poema sencillo, pedagógico, amable: a continuación transcribo la primera estrofa:

"La cuna en que nuestra madre / nos mece en la edad primera, / la lumbre de los hogares / de las risueñas aldeas, / el techo que nos cobija, / los muebles que nos rodean, / las flores que nos perfuman, / los frutos que nos sustentan, / los libros en que estudiamos / y el arca en que nos entierran; / son producto de los árboles / que véis crecer por doquiera" ...

Pues bien, el objeto de este blog es unirme a ese homenaje y dar a conocer los árboles ya que no con versos míos, con fotografías mías... Y con poemas acerca de los árboles de autores consagrados. Por cierto, el resto de la poesía de mi abuelo podéis leerlo en la entrada "Los árboles" de este blog.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Liquidámbar. (Liquidambar styraciflua)

El liquidámbar es una árbol originario de América del Norte, que se ha introducido recientemente en nuestros parques y avenidas por la gran belleza de sus colores otoñales. Vemos los colores verdes, amarillos y rojos de un liquidámbar situado en Igualada, cerca de Barcelona:



Además es un árbol muy indicado para las ciudades mediterráneas: con denso follaje caduco que da buena sombra en verano y permite el paso del sol en invierno...








A la derecha un magnífico ejemplar situado en Madrid, frente a la Escuela de Ingenieros Industriales.






Son árboles de amplia copa, cónica o piramidal. 







 Pueden llegar a medir 20 o más metros. Las ramas nacen a poca altura, más horizontales las más bajas...







El tronco es recto, columnar. La corteza, pardo-grisacea y muy estriada, como podemos ver













La resina que produce la corteza, muy aromática y utilizada en perfumería, da nombre a la especie: liquidambar, es decir: ámbar líquido...









Las hojas son muy características: amplias, palmadas, con 5 ó 7 lóbulos:
Son de un bonito color verde brillante. Con bordes ligeramente aserrados. Sus lóbulos terminan en forma muy aguda...


Los frutos son esféricos; recuerdan a los del plátano, por su tamaño y forma; no por su estructura. En su inicio son verdes, luego pasan a color marrón o pardo; aquí vemos varios de ellos verdes, y uno, más antiguo, pardo oscuro:







Otros dos frutos, en fase de maduración...



Este es un pequeño liquidámbar plantado en Can Borni, en Collserola, bajo el Tibidabo. 







Fotografiado a principio del otoño: algunas de sus hojas amarillean...




Y éste es un liquidámbar adulto, de mediana edad y tamaño, situado en Igualada,en la plaza de Cal Font, en pleno otoño: las hojas de la primera de estas fotos son suyas,


También son del anterior liquidámbar las siguientes hojas.
Las hojas viran del verde al rojo, pasando por tonos amarillos: aquí tenemos un conjunto de hojas de un brillante color amarillo









Y aquí, otras, pasando por un tono morado, y otras, ya rojas...








Cerramos la serie de fotografías del liquidámbar añadiendo una del árbol de Madrid, antes visto,







Y otra del árbol de esa plaza de Igualada, ciudad, según dice el refrán "quizás imitada, pero nunca igualada..."

sábado, 19 de noviembre de 2011

Olivo. Olivera. (Olea europaea)

El olivo, la "olivera", es uno de los árboles más unidos a nuestra vida y cultura. Es conocido y cultivado en el antiguo Egipto, en Israel, en Grecia y en toda Europa, desde tiempo inmemorial. He aquí un ejemplar plantado en Sabadell:


Vemos que forma parte de un olivar; está situado junto al Santuario de La Salud. Es una imagen típica de España y, en particular, de Cataluña, Andalucía, Toledo y el resto de La Mancha, etc...



La gran belleza y fuerza de su porte, recio, de color gris plateado, ha hecho que se utilice en jardines y parques.



Vemos ahora el tronco de un olivo situado en un jardincillo urbano, en Tres Torres, en Barcelona.






Se trata de un árbol muy longevo: puede superar los 300 años... 



 Ahora un olivo situado en el Tibidabo, dando la bienvenida a los niños y a los turistas que lo visitan; no nos deja ver el Templo: se vislumbra detrás



La corteza de los olivos da una impresión áspera: es rugosa, con estrias. Las hojas, son opuestas, enteras, lanceoladas, muy oscuras por el haz y mucho más claras por el envés en el que se forma una pelusa de fibras casi plateadas. Las vemos:






Las flores son muy pequeñas, blancas, dotadas de cuatro pétalos; vemos una de ellas más de cerca:










Los frutos, las aceitunas u olivas, son en drupa, verdes al inicio. Su prensado produce uno de los aceites más estimados en todo el mundo: quizás el de máxima calidad...














Los poetas han cantado mucho al olivo. Quizás el poema más conocido es el de Machado, que comienza diciendo:

¡Viejos olivos sedientos
bajo el claro sol del día,
olivares polvorientos
del campo de Andalucía!

¡El campo andaluz, peinado
por el sol canicular,
de loma en loma rayado
de olivar y de olivar!

Son las tierras
soleadas,
anchas lomas,
lueñes sierras 
de olivares recamadas.
(...)

Clicando podéis ver el resto de ese poema a "Los Olivos"
 
 Conforme maduran,las olivas van pasando a un color morado...
 

Que al final se convierte en el negro azulado que vemos:





Las hojas del olivo son perennes.



Tras milenios de cultivo han aparecido muchas variedades de olivos. Las variedades habituales, cultivadas, alcanzan poca altura: 6 u 8 metros.





Sin embargo, de todo hay... Incluimos ahora, por ejemplo, un olivo particularmente alto y desarrollado. Está situado en el Antiguo Jardín Botánico de Montjuich, a la entrada. Sorprende su notable altura, que podéis comprobar fijandoos en el ciclista que aparece a la derecha de la foto...


Carlos Javier Morales, joven poeta canario, dedica también un poema a la "canción de los olivos" que manifiesta lo que éstos le sugieren... Os lo transcribo:

Sé bien qué melodía
cantan hoy los olivos.
Sí, lo sé: la escucho plenamente
cuando te veo a ti junto a sus copas.
¡Qué respirar más hondo les infundes!

Allí donde te acercas,
los olivos y yo
respiramos igual que tú respiras.

¡Oh dulce melodía
del mundo que has creado!

Y, para terminar, añado un par de fotografías de uno de los olivos centenarios del Huerto de Getzsemaní, en Jerusalen. Tataranieto de alguno de los olivos de tiempos de Jesucristo:



En principio, las fotos de este blog son mías, pero hago una excepción con estas dos: en honor a tratarse de árboles tan venerables y de serme enviadas por un sacerdote todavía más venerable..., el Doctor Riera




domingo, 13 de noviembre de 2011

Ciprés azul. Xiprer blau. (Cupressus arizonica)



El ciprés azul o ciprés de Arizona -xiprer blau, en catalán- tiene su habitat en ese estado norteamericano y también en California y México.






Es una conífera de mediana altura: hasta 15 ó 20 metros. Con copa piramidal o cónica.




Llama la atención el peculiar color gris azulado que le dan sus hojas






Estos dos cipreses azules están situados en el jardín de la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona





Son árboles de hoja perenne. Las ramas se dispersan bastante dando lugar a una copa muy abierta, no densa.





El tronco, vertical y recio, dispone de una corteza de color pardo-grisaceo con ciertos tonos rojizos.



Corteza muy agrietada y fibrosa, como vemos..., que se desprende en láminas verticales 



Las hojas de este ciprés -como las de los demás "cupressus"- son bien peculiares: son como escamas, pegadas a su ramilla, imbricadas unas con otras y con el ápice -o sea, la punta- algo levantada. Vemos un conjunto de ellas...

Son de un color gris azulado. Podemos contemplarlas ahora más de cerca: parecen ramitas pero son ramitas recubiertas de escamas, que son las hojas...


En el extremo de muchas de esas ramitas aparecen unos globos, unas pequeñas piñas, de unos pocos milímetros con colores verdes y amarillos: son los "conos" (los botánicos los llaman "estróbilos") masculinos.








Aqui a la izquierda podemos ver una gran cantidad de ellos.



Tienen en su interior millones de pequeñísimos granos de polen, que liberan en su momento... 






Los conos (los "estrobilos") femenimos son más grandes, como podemos ver en la siguiente fotografía. Están recubiertos por 6 u 8 escamas.

Aqui, el conjunto hojas y piñas recortados contra el cielo:


Los estróbilos -las piñas o conos- femeninos, que contendrán las semillas tras la fecundación, son leñosos. Al inicio son de un color pardo-verdoso; luego se hacen marrones. Vemos ahora varios de ellos:


Propiamente no pueden llamarse "frutos", pero son el lugar en que se forman y conservan las semillas.






Cuando esas piñas se abren, dejan libres las semillas y estas se dispersan. 




Aqui tenemos las piñas ya abiertas

Vemos ahora otros dos "cupressus arizonica" situados junto a la plaza de Pio XII, bien cerca de los dos anteriores.


Se trata de un árbol de rápido crecimiento. Muy utilizado en jardineria, por ejemplo para formar setos. En estado salvaje forma pequeñas colonias, dispersas; nunca grandes bosques.








Los vemos, a la derecha, uno delante de otro, desde la perspectiva contraria.












Comprobamos cómo el tronco de ese ciprés tiene el mismo estilo y características que el visto antes...: recio, agrietado, de color pardo-grisaceo.







Acabamos con un último "xiprer blau", situado éste en Pedralbes, también en Barcelona

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Cedro del Himalaya. Cedre. (Cedrus deodora)


El cedro del Himalaya es el rey de los cedros: el más alto y señorial. Es un noble árbol que supera en ocasiones los 50 metros de altura. Aquí tenemos varios del jardín de Pedralbes en Barcelona







El de la foto de la derecha está en Madrid, en el Real Jardín Botánico.








Vemos ahora su recio tronco, recto, con una corteza gris oscura, muy agrietada. Las ramas tienden a disponerse en "pisos"..














En ocasiones se le conoce como "cedro llorón" a consecuencia de que sus ramas secundarias son colgantes.









Vemos el mismo cedro desde el ángulo opuesto. Se trata de árboles de porte cónico o piramidal. No obstante, su cúpula está truncada muy frecuentemente.





Este conjunto de cedros que aportamos, embellece los jardines de Joan Brossa en la ladera de Montjuich; tiene un cierto aire de animal prehistórico:




Son árboles de origen asiático. En la cercanía del Himalaya se encontraron cedros de 75 metros y más, tremendamente 
longevos. 

Su bello porte facilitó su "importación" a toda Europa. 

Aquí, a la izquierda, vemos un cedro romano, en los parques de Saxa Rubra. 

Ciertamente en él queda clara la oportunidad de calificarlos como "llorones"·




Aparece ahora otro magnífico cedro, situado también en Barcelona, en la Torre Castañer, junto al Paseo de San Gervasio.



Su porte es poco común, a consecuencia de las peculiares podas a que se le ha sometido: da una impresión de gran fuerza..., especialmente la parte baja de su tronco.

Vemos que se trata más bien de varios cedros muy juntos y quizás con raices comunes. Es un árbol catalogado y protegido por el Ayuntamiento de Barcelona:





Más discreto y más tradicional es este otro cedro "deodora" plantado en Can Borni, en la falda del Tibidabo. 



Delante, a su derecha, cerca, hay otro árbol, más pequeño, que dificulta algo la visión del nuestro; se trata de un enebro; el tronco de nuestro cedro es el de la izquierda de los que vemos



Las hojas de estos cedros son más largas que las de sus "primos" del Líbano y del Atlas

Son también más flexibles. Son hojas perennes que, de ordinario, se agrupan en pincelillos: 

Efectivamente, vemos cómo las hojas de este humilde cedro de Can Borni, se asocian en forma de pequeños pinceles: surgen de una muy corta ramita denominada "blaquiblasto"

Los frutos del cedro del Himalaya son similares a los de los otros cedros: aqui vemos una de sus características "piñas" Son como tonelillos, pardos:

 Al madurar, las piñas van dejando libres sus semillas pero se mantiene el eje central de la piña, del "tonelillo"; solo ese eje: aquí lo podremos ver a la izquierda de la foto:


Las "flores" masculinas, más bien, los conos masculinos, numerosísimos, se sitúan, erectos, cilíndricos, sobre las ramillas. Son de color verde amarillento, que pasa al ocre-marronáceo al madurar. Ahora vemos un buen grupo de ellos; miden hasta 6 u 8 centímetros de largo; a veces se curvan:


Y, en efecto, ahora contemplamos algunos de ellos ya maduros, cargados de polen; polen que dejarán libre, desapareciendo los conos, vacíos, arrastrados por el viento: 


Los conos femeninos, las inflorescencias femeninas, son menos numerosas, más pequeñas (unos 2 centímetros):


Normalmente son de color verde claro, glauco, a veces un poco purpureas; éstas nuestras son verdes-glaucas:



Aquí podríamos haber acabado esta "entrada" pero hemos preferido         continuar, ¡para investigar!:                                                          Las "guías" suelen decir que esos conos femeninos puden adquirir un tono ligeramente azulado-     purpureo.                                                             Pues bien: en este precioso "deodora" del "Maresme" hemos encontrado unos elementos que parecen ser conos femeninos, pero que no son ligeramente azulado-purpúreos sino absoluta y espectacularmente azules. Helos aquí:                                       

Y sucede que, en este magnífico ejemplar situado en la Plaza de Pio XII, de Barcelona, hemos encontrado un cono -pensamos que femenino- que parece estar abriendose para dar lugar a una piña: 


Ciertamente la estructura de sus escamas y su color azulado manifiesta claramente que no es un cono masculino:


Y el tema pendiente de investigación es confirmar esta tesis: ¿es una inflorescencia femenina que evoluciona, pasando a ser un cono o piñita tan azul como los que acabamos de ver... para llegar a ser una hermosa piña?. Informaremos más adelante...



 Pues sí: ya es más adelante. Pensamos que en efecto la inflorescencia femenina que antes hemos visto; y que volvemos a contemplar... :



                                                                                                                         ... evoluciona para dar lugar a una mini-piña de color azul como las antes vistas: vemos una nueva

                                                                                                                                                                                                 Una mini-piña que va creciendo, como aquí vislumbranos
 Y luego se va volviendo parda, según hemos observado en el cedro de la plaza de Pio XII, que reproducimos:


Y aquí tenemos el resultado de esa evolución: una piña mayor que ha perdido prácticamente su inicial tono azul:


Por último vemos ya casi madura la piña definitiva.


Lamentamos haber ampliado tanto esta entrada del Cedro Deodora; esperamos no haberos cansado y que, además, nuestro análisis sea el correcto.

Por cierto, si queréis ver más cedros deodora, aún podéis hacerlo fácilmente: en este blog hay una entrada de ampliación. Para pasar a ella clicad aquí